Tomate un tiempo, mirá a tu alrededor…¿Cuántas cosas de plástico tenes?. Los principios de este material tan común en nuestra vida, que está en casi todo lo que nos rodea, se remontan a miles de años atrás.

El plástico, toma su nombre de su característica principal: la plasticidad, que le permite ser maleable para tomar diferentes formas. Esto lo habilita a que tenga muchos usos. Lo que llevó a su propagación en múltiples formatos a través del tiempo.

Una de las primeras maneras de vinculación del hombre con el plástico, se dio en antiguas culturas
mesoamericanas a través de la extracción en árboles de caucho natural y látex. A partir de ahí, comenzaron a producir objetos necesarios en la época con estos productos naturales.

Con el paso de los años, lo siguiente fue la modificación química. Con la vulcanización del caucho a partir del siglo XX, comienza el boom del plástico. Desde ese momento en adelante el producto pasó por múltiples procesos y desarrollos.

Al mismo tiempo que se masificó su empleo. De manera desigual a su incremento de consumo, creció la desinformación y la falta de conciencia ambiental sobre sus perjuicios para el medio ambiente.

Según un estudio de la ONU publicado en 2019, cada hora se compran 60 millones de botellas en todo el mundo y se usan 500.000 millones de bolsas. De esta forma, teniendo en cuenta que una botella de plástico tarda 500 años en degradarse: ¿cuántos años hacen falta para que se degrade la inmensa cantidad de residuo contaminante?

La cantidad de desechos plásticos existente convoca a un estado de emergencia. Desde Ecoinclusión buscamos brindar una solución integral a la contaminación plástica.